Hace unos años, regresando a mi casa me encontré con Felipe por la carrera séptima. Hacía un buen tiempo que no lo veía, ni siquiera me acordaba bien de él, incluso podría asegurar que titubeé al tratar de recordar su nombre. Yo tenía un trabajo aburrido y ese día estaba muy cansada. Me extrañó que me invitara a tomar un té a su casa, pero como siempre me han inquietado los objetos y los espacios ajenos, accedí a su invitación por mera curiosidad. Hablamos hasta tarde, y lo único que hicimos fue ver fotos. Fotos y más fotos, una ex-novia bailarina, puestas en escena, la ex-novia bailarina otra y otra vez. Recordé entonces haberlo visto alguna vez refundido con su cámara entre las vigas de un escenario temporal en el Park Way, en un festival de danza al aire libre, e hice en mi cabeza algunas conexiones. No lo volví a ver. Pasó un tiempo, y un día cualquiera, caminando por la tercera, me sonó el celular. Al otro lado, Felipe. Me preguntó si podía ayudarle a hacer un barco. ¿Un barco?, Sí, un barco de seis metros de largo, más o menos, me dijo con un tono muy tranquilo para estar hablando de semejante navío. Yo le dije que sí, e hicimos el barco. Hace apenas unos días naufragamos entre tornillos que se negaban a salir, algunos chinches, retazos de tela y músicas cruzadas de fondo. El escenario del naufragio: el taller donde lo he visto hacer dibujos, tinto, vestuarios, barcos y fotos. Decidí entonces darle vueltas a sus imágenes otra vez. Revolviendo el mar de un disco duro interminable, flotaron los testigos que aquí presento.
5 comentarios en “¿Un barco?… Felipe Camacho”
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Gabriela del Sol, refrescante tu historia sobre el barco, del cual yo también conocí su proceso. Bellísimas las fotos escogidas, mucho dinamismo y vitalidad de los fotografiados y del fotógrafo.
Felicitaciones
Gmo
Gracias Guillermo !! me alegra que reconozcas y te incluyas dentro de ésta acuática historia. Creo que con esa palabra se describe muy bien el trabajo de Felipe: Vitalidad.
Hola quisiera aclarar que las fotografías tomadas en el Ala Solar son de la obra Kineti-k realizada por La Espiral en el año 2007, ganadora del Festival Distrital de Danza Contemporánea de ese año en la modalidad Espacio no Convencional.
Gracias.
Que bueno encontrarnos en tus palabras Gabi
y en el ojo del señor Felipe
Estos retazos de historia, integran trabajo del cuerpo y fotografía, a la luz de una narrativa sencillamente hermosa. Memoria de cultura urbana en dimensión contemporánea.